-Conformación de equipos de proyectos
Formación
de equipos de software
Como
primer paso, antes de abordar la temática de la formación de equipos, resulta
necesario definir qué se considera como equipo. Son muchas las definiciones que
se encuentran en la literatura.
Un
equipo consiste de:
a-al menos dos personas que
b- trabajan juntas hacia una meta /
objetivo / misión común, donde
c- a cada persona se le han asignado roles
específicos o funciones a ejecutar y donde
d-completar la misión requiere
alguna forma de dependencia entre los miembros
El propio concepto pone a
relieve un conjunto de condiciones que debe cumplir el equipo para poder
trabajar de manera efectiva:
•Ambiente de
colaboración
• Relaciones de confianza entre los miembros
• Creatividad
• Claridad de
metas del equipo y las individuales
•
Multidisciplinariedad
•
Competencias diferentes
• Normas y valores compartidos
• Líder visto
como facilitador
• Nivel de madurez de los miembros (tendencia
a la interdependencia)
• Clima de
libertad y seguridad afectiva
• Alta
motivación ¿Cómo lograr alcanzar todas estas condiciones? Una buena asignación
de los roles contribuye a este logro ya que favorece:
• La conciencia de complementariedad entre los
miembros del equipo.
• La superación
de las rivalidades internas en el equipo.
• La participación de todos los miembros en la
formación de un equipo competitivo.
• El
desarrollo de las habilidades de las personas.
• La motivación de los miembros del equipo. En
este punto sería interesante formular dos interrogantes: • ¿Cómo lograr
realizar una buena asignación de roles?
• ¿El asignar
las personas más competentes a los roles garantiza por si solo que se forme un
buen equipo?, ¿qué otros elementos habría que tomar en cuenta? Al analizar reconocidos
modelos de procesos de software como: Proceso de Software en Equipo (TSP);
metodologías y procesos de desarrollo de software (tanto tradicionales (RUP)
como ágiles (XP, AUP)); así como estándares de gestión de proyectos (PMBOK e
ISO 10006:2003), se puede concluir que ninguno ofrece un marco de referencia
bien formalizado, que contenga claramente definidas las competencias requeridas
para desempeñar los roles invariantes que intervienen en los proyectos de
software. Estas propuestas carecen además de procedimientos bien definidos para
asignar personas a roles basado en la gestión por competencias. En este
sentido, se destacan los trabajos de Acuña [8] y de Carvalho [18]. En el
primero se identifican y formalizan las competencias genéricas requeridas para
los roles en proyectos de desarrollo y se propone un procedimiento para asignar
personas a roles acorde a estas competencias. De Carvalho propone un proceso
para gestionar los recursos humanos basado en el reuso del conocimiento
organizacional de las competencias y la asignación del personal. Sin embargo,
en general las investigaciones en esta área se enfocan en la determinación de
las competencias para seleccionar y asignar individuos a roles y/o tareas y
aunque reconocen la importancia del equipo, no contemplan procedimientos
formalizados que evalúen la sinergia del equipo que se conforma. En el Proceso
de Software en Equipo (TSP) y en su variante instructiva (TSPi) se identifican
un conjunto de roles con sus correspondientes responsabilidades pero sólo se
expresan informalmente las habilidades requeridas para desempeñar cada rol, sin
ofrecer un método concreto para evaluarlas ni un modelo para asignar personas a
los roles.
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